... ... La Resistencia Libertaria: Con "T" de tabaco (y de Trueba)

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Con "T" de tabaco (y de Trueba)

Fernando Trueba es un director (y escritor, y productor) realmente intersante que en su Diccionario de Cine plantea unas cuestiones profundas sobre el cigarrillo:


Creo que la única manera de acabar con los estudios de Hollywood, si alguien estuviera interesado en ello, sería llevarlos a los tribunales por la promoción del cigarrillo llevada a cabo entre los treinta y los sesenta, en vez de perder el tiempo pleiteando contra las compañías tabaqueras, absolutamente inocentes, que no han hecho sino cumplir con aquello para lo que habían sido creadas: fabricar y vender cigarrillos. Pero la verdadera culpable de tanto cáncer de
pulmón no es otra que Hollywood, que durante décadas ha glamourizado el fumar y lo ha introducido de forma subconsciente, como paradigma de la pose hoeroica, en los frágiles cerebros de los espectadores.


Pero mucho más grave aún que habernos hecho adictos al tabaco, es la nueva campaña paralela y parapolicial contra el pobre fumador, su antigua víctima. El Hollywood actual, en un 90% brazo audiovisual del nuevo orden mundial, ha decidido identificar fumador no ya con villano, lo cual podría ser hasta excitante, sino con violador de niños, asesino en serie, narcotraficante
sudamericano y otros modernos superhéroes. Así, según el nuevo código en vigor dictado por los últimos manuales de psicología recreativa, los buenos han dejado automáticamente de fumar y los malos fuman. Si los malos son muy malos, como el capitán Garfio de la estúpida
Hook, fuman dos puros a la vez gracias a una boquilla bífida. Si el héroe es alguien que camina indeciso por esa línea fina que separa el bien y el mal, tipo el Michael Douglas de Bajos Instintos, estará intentando dejarlo. El que lo consiga o no, estará en función de hacia qué lado de la línea se decante. El colmo de todo esto serían los malos del futuro que imagina Waterworld, que además de fumar como descosidos, son conocidos como Smokers.

En un futuro, un tercer paso en el descenso a los infiernos sería no proyectar nunca más las películas clásicas en las que tanto se fumaba. Como la mayoría son en blanco y negro, no se perdería tanto. Y los jóvenes cinéfilos del mañana las verían en copias piratas y en proyecciones clandestinas. Claro que no hará falta llegar a tan lejos pues la tecnología actual nos permite, por fin, conseguir que Bogart deje el tabaco, medio siglo después de morir de cáncer de pulmón.

Extraído del libro “Mi diccionario de cine” de Fernando Trueba.

vIa. Extrujado

1 comentario:

Anónimo dijo...

La publicidad muchas veces puede jugar en contra de nuestra salud, es el caso del consumo del cigarro. Pero también se deben utilizar estas mismas armas para indicar las consecuencias del tabaco para prevenir estas enfermedades mortales. El tabaco es el responsable en el desarrollo de enfermedades coronarias, enfermedades respiratorias, varios tipos de cáncer, ataques cerebrales, creo que ya no nos debe sorprender sus consecuencias. Está demostrado que el humo del cigarro es un factor de riesgo en el desarrollo de estas enfermedades que perjudican nuestra salud. Es mejor que pensemos en dejar este vicio mortal que nos puede causar la muerte, busquemos alternativas para dejar de fumar como los parches antitabaco, los chicles y los cigarrillos electrónicos que son muy efectivos.