... ... La Resistencia Libertaria: Alcohol y Cine

lunes, 8 de octubre de 2007

Alcohol y Cine

Imaginense que lo que sigue es la prohibición del alcohol. (con exactamente los mismos argumentos que los que rigen para prohibir el cigarrillo). Y (al igual que lo hecho con el cigarrillo) se viene el lobby sobre Jolygud para sacar al alcohol de la gran pantalla.
Bueno, acá gracias a Glam Out un recorrido a algunas de las joyas que nos hubieramos perdido:


The Thin Man (1934) - Sobre cómo batir un cóctel.
Película de 1934, un año después del fin de la Ley Seca (ley que pretendió combatir el consumo de alcohol y terminó potenciándolo). El film marca el estallido de la coctelería y a un Hollywood “dando instrucciones” sobre el valor de las bebidas, su glamour y formas de consumo. Nick Charles (William Powell) le explica al bartender: “Lo importante es el ritmo. Siempre tenés que tener ritmo en el batido. Un Manhattan siempre lo batís al ritmo del fox-trot, un Bronx a dos tiempos y un Dry Martini a ritmo de vals”
Casablanca (1942) – Beber para amar, beber para olvidar
Esta película sirve como educación sentimental sobre bebidas y coctelería. Qué beber, cuándo y cómo. Si en esos años de Hollywood las bebidas tenían un lugar destacado, en Casablanca son parte clave del relato, nudos que señalan el carácter de los personajes y las situaciones que viven. El pasado romántico parisino entre Rick (Humphrey Bogart) y Ilsa (Ingrid Bergman) está embebido en champagne Mumm Cordon Rouge. Los nazis beben el Veuve Cliquotde 1926 (elegido por el francés Renault –Claude Rains) y lo acompañan con caviar (que erróneamente comen con cucharas de metal, en lugar de las de hueso o marfil). El bourbon, en cambio, el whiskey norteamericano elaborado en Kentucky, Rick lo guarda para el momento de soledad, cuando, con el corazón hecho trizas, se lamenta porque “de todos los bares del mundo, ella tuvo que entrar en el mío”. Otro personaje de la película, Yvonne (Madeleine LeBeau), despechada por Rick, pide junto a un alemán, un French 75, cóctel creado por soldados americanos en la Primera Guerra Mundial, a partir de las armas de 75mm de los franceses. Hay cierta discusión sobre si originalmente se hacía con absenta, gin o cognac: hoy se hace con una de estas dos últimas, jugo de limón, azúcar, champagne y una cereza. El alemán parece no advertir la ironía de que están pidiendo un cóctel que debe su nombre a las armas que los vencieron en la primera Gran Guerra. Como no imagina que serán nuevamente derrotados, en este caso por los americanos representados por Rick.
Todo sobre Eva (All about Eve, 1950)El Gibson y el agite que produce un cóctel
Margo Channing (Bette Davis) se prepara unos Gibson y dice una gran frase que van a entender quienes han tomado Gibson (los que no, ¡pídanlo ya!): “Fasten your seat belts. It’s gonna be a bumpy night”. El Gibson es un cóctel a base de gin, vermouth seco y cebollines en vinagre. Con el carácter de un dry martini, pero escudado en el detalle de la cebolla pequeña, que se ve como una perla extraña en el fondo de la copa cocktail.
La comezón del séptimo año (The seven year itch, 1955) - Cómo invitar a tomar una copa
Película de Billy Wilder, famosa entre otras cosas por la escena en que a Marilyn Monroe se le levanta el vestido blanco en la ventilación de un subte. Richard Sherman (Tom Ewell), la invita desde el patio de su planta baja a la chica (Marilyn Monroe) a beber algo, luego que ella hace caer una maceta mientras bebe una gaseosa pensando que, quizás, un pedazo de limón o un poco de Johnnie Walter anime el momento… En otra escena asegura que, como desayuno, comió sándwiches de manteca de maní y bebió, en lugar de café, dos Whisky tours (whisky, clara de huevo, azúcar y limón).
Una Eva y dos adanes (Some like it hot, 1959) – El Manhattan perfecto
La película transcurre en años de veda alcohólica (1920 a 1933). Se ve a la mafia que regentea un speakeasy (bar clandestino) y transporta whiskey dentro de un ataúd en un coche fúnebre. En una escena paradigmática, Sugar Cane (Marilyn Monroe), quien viaja en un tren junto a las otras ladies miembros de la orquesta de señoritas, lleva atada a una de sus piernas una petaca, que se le cae mientras toca y canta en el pasillo. Justamente, las petacas nacen en estos años en que era necesario llevar escondidas las bebidas alcohólicas a las fiestas privadas. En ese mismo tren, luego, arman una party nocturna en la que Sugar ofrece su whiskey, mientras que una amiga pone el vermouth, y así deciden preparar Manhattans, utilizando una bolsa de agua caliente como coctelera.
Desayuno en Tiffanys (Breakfast at Tiffanys, 1961) – El mejor desayuno
Mientras Holly Golightly (Audrey Hepburn) bebe Planters Punch, Paul Varjak (George Peppard) tiene una gran línea, hoy recordada por todo bebedor que se precie: “No creo jamás haber tomado champagne antes del desayuno. Con el desayuno varias veces, pero antes, nunca.”
James Bond - Dr. No (1962) – Bond, los martinis y el boom del vodka en EEUU
James Bond (Sean Connery) se toma un médium dry Martini con twist de limón, batido. Y en la escena en que lo preparan (previo acuerdo entre productores y empresa), se ve la botella de Smirnoff. Esta película marca el cambio entre el cocktail original, el Vesper mencionado en la novela de Fleming, con Gin Gordons, para pasar al Martini con vodka. Es esta película la que marcaría el comienzo del vodka como la gran vedette de la coctelería. De todas maneras, ahora, tras Casino Royale, la última de Bond con Craig en el papel de 007, se retoma la receta original.
El Padrino II (The Godfather II, 1974) – El banana daiquiri entre Cuba y Las Vegas
Fredo (John Cazale) se pide en Cuba, junto a su hermano Michael (Al Pacino), un ¡banana daiquiri!. Mientras Michael bebe agua y solo circunstancialmente algún cóctel, el hermano mayor que terminará asesinado fraternalmente, vive entre los casinos de Las Vegas y la Cuba pre-revolucionaria. De fiesta en fiesta, entre cócteles tropicales y bailarinas, entre la lealtad a su familia y su traición.
Cocktail (1988) – Cócteles y sueños, la cabeza de un barman
No es fácil encontrar alguien que reivindique esta película, aún menos a Tom Cruise en el lugar de un bartender improvisado en post de una carrera de negocios. ¿Pero quién no la ha visto? Reflejo del crecimiento del flair (malabares con botellas) y con muchos clichés de aquello-que-todos-piensan sobre un bartender (se suele emborrachar, se levanta muchas chicas, es divertido, sueña con su propio bar, etc). Una ventana, parcial, fantasiosa, pero ventana al fin, al mundo de las barras. ¡Ah! Y Bryan Brown, que está genial como Douglas “Doug” Coughlin, el bartender experimentado que guía al joven en un mundo de bebidas y mujeres.
Hechizo del tiempo (Groundhog day, 1993) – Elegir un cóctel para ella
Phil Connors (Bill Murria) tiene su salida con Rita (Andie MacDowell), en la que ella, al llegar a la barra, pide un vermouth dulce. Él la mira extrañado: nunca hubiera imaginado que ella pediría eso. Pero, como luego todos los días son el mismo día, en sucesivas veces vuelve a repetirse a la misma situación, con una diferencia: él adivina qué es lo que a ella le gusta, y pide ese trago. Se anticipa y lo elige; ella, extrañada y encantada. Una lección sobre el azar o sobre cómo descubrir e interpretar lo que ellas quieren.
Juegos de placer (Boogie Nights, 1997) – California, la licuadora y las margaritas
En la California de los años 70 nace el porno industrial. En casas con piletas celestes inmaculadas, el ambiente tropical se mezcla con drogas de todo tipo. Es al aire libre, en la barra junto a la pileta, donde Reed Rothchild (John C. Reilly) prepara en una licuadora, unos aguachentos y frescos margaritas. Este cóctel, creado por americanos, consagra al tequila lanzándolo como bebida mundial, así como el daiquiri y el mojito hicieron con el ron, y la caipirinha con la cachaça.
Adiós a Las Vegas (Leaving Las Vegas, 1995) – Una ciudad que nunca duerme
Ben Sanderson va a la ciudad que no distingue días y noches… al menos las licorerías no lo hacen, ya que están abiertas las 24hs. Allí llega a terminar con su vida hundiéndose en un mar de alcohol: cerveza, tequila, whisky escocés y vodka, mucho vodka… en el auto del pico de la botella, en la ducha mientras se baña, con jugo de naranja mientras las manos tiemblan…
Moulin rouge (2001) – Amor y líquido prohibido
La absenta es una bebida con altísimo contenido alcohólico y sabor anisado. Se elabora a partir de hierbas, flores y tiene a la planta del ajenjo como ingrediente principal. Conocida como “el hada verde”, terminó siendo prohibida, acusada de alimentar la locura. Aunque también se dice que la industria del vino francés la boicoteó por temor a su competencia. Bebida que circulaba mucho en la época de cabarets bohemios de Montmartre. En Moulin Rouge, Christian (Ewan MacGregor) la bebe cuando conoce a les bohemians entre los que está Toulouse Lautrec, pintor que dejó registro gráfico de las bailarinas y el ambiente del barrio y la época. En algunos de sus cuadros se ven copas rellenas del todavía famoso líquido verde.
Perdidos en Tokio (Lost in translation, 2003) – Whisky, de Escocia al mundo
A Oriente le gusta el whisky: es más, hoy Japón es uno de los principales mercados de importación para el Scotch Whisky. En 1924 los japoneses comienzan a destilar esta bebida en Yamazaki, empresa del gigante Suntory. Cinco años después ya se podía beber Suntory Whisky Sirofuda White label, single malt. Y, varias décadas después, Bob Harris (Bill Murria) va a filmar un comercial para un mundo de whisky universal e hiperpublicitado. Entre morisquetas, risas y muecas de galán, dice: Make it Suntory, para después irse a beber un whisky a la barra del hotel, y conocer a Charlotte (Scarlett Johansson), quien prefiere un vodka con tónica.
Tan sólo un recorte de una lista interminable. Algunas películas para volver a ver. Otras para descubrir por primera vez. Tal como pasa cada día que vas a una barra. ¿Y cuál es tu cocktail de película favorito?

vIa: Glam Out

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